La sensibilidad dental es una patología habitual en adultos de entre 25 y 45 años, aunque hay que reseñar que la edad no influye en ella y puede presentarse en cualquier momento de la vida. Es el dolor dental más frecuente y por el que menos se tiene preocupación y se acude al dentista. Se debe hacer hincapié en que puede ser el primer síntoma de la existencia de otras enfermedades que, si se tratan con un amplio margen de tiempo, pueden ser afrontadas de manera efectiva.

La sensibilidad dental provoca un dolor agudo y se produce por una exposición de la dentina. Algunas de las razones por las que se produce pueden ser, entre otras: el desgaste del esmalte, por ejemplo, debido a rechinar los dientes o a un cepillado demasiado frecuente, o la recesión de encías, por ejemplo, por la enfermedad de las encías o un cepillado muy agresivo. El consumo de diferentes ácidos en comidas y bebidas también provoca que aumente la sensibilidad dental.

 

Desgaste del esmalte

El esmalte es la superficie dura más externa de un diente. Aunque su dureza es alta, no hay que dejar a un lado que con el tiempo puede desgastarse y dejar expuesta la dentina, lo cual puede generar una notable sensibilidad dental. El desgaste del esmalte puede deberse a rechinar los dientes, erosionando el esmalte de los dientes, que con el tiempo hará que la dentina quede expuesta.

 

No hay que dejar a un lado que con el tiempo puede desgastarse y dejar expuesta la dentina, lo cual puede generar una notable sensibilidad dental

 

Además, si te cepillas los dientes muchas veces o demasiado fuerte, el esmalte podría acabar desgastándose o podrías desarrollar recesión de encías. Como prevención, es recomendable preguntar al dentista o higienista cuál es la mejor técnica de cepillado y la rutina diaria de higiene bucal más correcta.

 

Erosión ácida

El desgaste de los dientes también se produce por la erosión ácida. Con el paso del tiempo, las comidas y bebidas ácidas generan el desgaste del esmalte dental, lo que conocemos como erosión ácida. Entre los ejemplos se incluyen las frutas y los zumos de frutas, las bebidas gaseosas, el té, el café y el vino. Con unos pocos estímulos ácidos se puede poner el esmalte en riesgo de sufrir erosión ácida, también llamada desgaste ácido.

 

Con el paso del tiempo, las comidas y bebidas ácidas generan el desgaste del esmalte dental, lo que conocemos como erosión ácida

 

Abusar de alimentos dulces, como las galletas y los pasteles, puede favorecer la aparición de bacterias que empobrecen las encías y dejan expuestas zonas sensibles de los dientes.

 

Sensibilidad dental

 

Recesión de encías

Unas encías sanas son vitales para conservar unos dientes fuertes. La recesión de encías es una de las principales causas de la sensibilidad dental. Un cepillado de dientes demasiado habitual o agresivo, una enfermedad prolongada, como la gingivitis o periodontitis, y hasta el envejecimiento pueden provocar la recesión de las encías. A medida que sucede esto, la dentina subyacente puede estar expuesta de forma gradual.

 

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