Al menos 54 enfermedades sistémicas como la disfunción eréctil, la artritis reumatoide o el Alzheimer, guardan una relación directa con la periodontitis, según se ha puesto de manifiesto en el marco de un Curso de Verano de la Universidad Complutense, celebrado del 17 al 19 de julio en Madrid, y que contó con la colaboración de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA).

Expertos en Cardiología, diabetes, Ginecología, enfermedades sistémicas, Medicina Interna y de Atención Primaria, formaron parte del elenco de ponentes que trataron de arrojar luz sobre la relación actual entre la periodontitis y otras enfermedades generales, aportando las últimas investigaciones a nivel mundial en este ámbito.

El Dr. David Herrera, periodoncista y secretario del Curso, hizo hincapié en el hecho de que “ya hay más de medio centenar de enfermedades sistémicas que se han asociado con la periodontitis, lo que pone de relieve el impacto que tiene la salud periodontal en la salud general”.

Y es que, aparte de las conocida relación de esta enfermedad de las encías con la diabetes, algunas enfermedades cardiovasculares y los efectos adversos sobre el embarazo (parto prematuro, bajo peso al nacer, aborto,…), se han identificado otros trastornos vinculados con la periodontitis. Entre ellos, se ha puesto de manifiesto que enfermedades tales como la disfunción eréctil, la artritis reumatoide o el Alzheimer también se asocian con la presencia de esta infección en la cavidad oral.

En todo el mundo hay 750 millones de personas con periodontitis, una de las enfermedades más prevalentes y que afecta gravemente a la encía, al diente y a su funcionalidad. En España, se estima que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años tienen algún tipo de enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis principalmente); es más, según un estudio reciente del doctor Miguel Carasol, el 40% de la población laboral española entre 35 y 40 años tiene ya periodontitis.

Entre las consecuencias más características de la periodontitis se encuentran el sangrado de encías, la recesión gingival, el aumento de espacio entre dientes, la halitosis, la pérdida de dientes, los problemas de masticación, la pérdida de calidad de vida, problemas estéticos, ansiedad, frustración,…Todo ello sin olvidar las consecuencias sistémicas que afectan a patologías coronarias o respiratorias, agravando en ocasiones enfermedades como la diabetes o causando partos prematuros en mujeres embarazadas con periodontitis.