El consumo de alcohol es uno de los hábitos más arraigados y está ligado a la socialización con amigos y familiares. El alcohol deteriora el estado de los dientes y otros elementos bucales al mismo tiempo, que consumida en altas cantidades, puede suponer un factor de riesgo asociado con el cáncer oral o enfermedades periodontales.
El alcohol, además de afectarnos a nivel sistémico, también afecta a la cavidad oral, ya que es la primera zona del organismo que entra en contacto con sustancia. Por ello, el consumo de alcohol puede producir una serie de consecuencias negativas en nuestra salud oral y en el artículo de esta semana repasamos algunas de las más importantes.
Efectos del alcohol en los dientes
Enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal afecta tanto a la encía como al tejido de soporte del diente y, si no se ataca el problema a tiempo, puede ocasionar la pérdida de los dientes. El alcohol reduce la respuesta del sistema inmune en general, y este hecho llevado a la cavidad bucal hace que las bacterias que habitan en ella aumenten con el tiempo.
Si no se ataca el problema a tiempo puede ocasionar la pérdida de los dientes
Estas bacterias se acumularán sobre las superficies orales formando placa bacteriana que, si no es eliminada a tiempo, se endurecerá y se convertirá en sarro. Esto provocará enrojecimiento, sangrado e inflamación de las encías. Además, el alcohol provoca atrofia epitelial de la mucosa oral, incrementándose la solubilidad de sustancias tóxicas, haciendo a la cavidad bucal más vulnerable a la aparición de enfermedades.
Reducción del flujo salival
El alcohol es un depresor del sistema nervioso y eso hace que se pierda parte de la secreción del flujo salival, ya que la estimulación nerviosa de las glándulas salivares se ve rebajada. A este fenómeno se le conoce como hiposialia que cursa con la xerostomía, lo que conocemos como sensación de boca seca.
Esta pérdida de flujo salival hace que la saliva no haga su función protectora sobre el esmalte dental, y a su vez, no amortigua la reducción de pH generada por las bebidas carbonatadas que habitualmente acompañan a la bebida alcohólica lo que aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir caries.
Altos niveles de azúcar
El alcohol contiene altos niveles de azúcar,que facilitan que las bacterias patógenas se adhieran a nuestra boca. Como comentábamos en el punto anterior, si a esto le sumamos la reducción de flujo salival, el alcohol es un gran aliado de las caries dentales.
Cáncer oral
El cáncer oral se encuentra entre los diez cánceres más habituales y agresivos del mundo. El alcohol está compuesto por un acetaldehído que genera un papel fundamental en el desarrollo del cáncer oral. En situaciones donde se produzca de forma inadecuada una excreción de esta sustancia supone un alto riesgo para la aparición del cáncer oral.
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